VISITA A LA EXPOSICIÓN JOSÉ GUERRERO
Letrero del centro José Guerrero |
"El arte es para todos, pero solo una élite lo sabe"
José Guerrero contó mas de una vez que Rothko le hizo ver la fatalidad del artista contemporáneo: trabaja para los demás, daba su vida por ellos, pero tenia que hacerlo, emboscado, a solas en su estudio: " es como estar en la resistencia, como el Maquis". El aislamiento era el precio que había que pagar por la imcrompresion general hacia el sentido de su drama "La batalla de Rothko con la pintura no estaba solamente en los enormes espacios de color, si no en el peligroso borde de esas manchas. En el temblor, en la vereda estrecha entre espacios grandiosos. Allí, en ese abismo, es donde luchaba y donde encontró la muerte".
La relación del arte con el publico no siempre fue fácil pero quizás nunca se revelará tan sentidamente su dificultad como con la pintura abstracta. Se representa aquí un conjunto representativo de la obra de madurez de José Guerrero que prolonga, por extrañas galerías, los sueños y crímenes de Dora García, a la vez que esta comenta la conflictiva relación a la que se enfrentaría el pintor con una de sus frases de oro: " El Arte es para todos, pero solo una élite lo sabe"
Vista panorámica de la Exposición |
OFERTA CON ROJO, 1988
Óleo sobre lienzo.
Colección Centro José Guerrero
El espacio que ha pintado Guerreo ha sido siempre muy enigmático, a pesar de su sencillez: se basa en una muy leve tensión entre el fondo y el primer plano que queda inminente mente corregido a través del color, a veces en color dominante, generando un plano único, pero profundo, o al menos, dotado con una fuga que marca fundamentalmente la pincelada mas o menos suelta, mas o menos abierta.
Oferta con rojo, 1988 |
VERDE DE SAPÉN, 1990
Óleo sobre lienzo
219,5 x 189,5 cm.
Yo pinto con el color,pero al final remato esas manchas con esas líneas negras, como si las atase, no quiero que se escapen del espacio del lienzo.
José Guerrero
Verde de Sapén, 1990 |
LITORAL, 1979
Óleo sobre lienzo
176 x 126 cm.
Los colores: Atirantan sus recintos y al llegar al final de su litoral, allí se aprisiona todo, allí han terminado los espacios, las lineas, allí están los latidos.
José Guerrero.
Litoral, 1979 |
AZUL AÑIL, 1989
Óleo sobre lienzo
185 x 145 cm.
La obra de Guerrero en los noventa no es una reescritura habil y astuta de lo ya conocido, si no, una celebración de las propiedades de la pintura, una transformación del color en forma, donde el proceso de percepción es mucho mas lento y donde entendemos la importancia que en su obra adquiere la naturaleza emocional del espacio y el proceso físico creado.
Azul añil, 1989 |
LA BRECHA III, 1989
Óleo sobre lienzo
195 x 260 cm.
La técnica es muy suelta, con una pasta muy diluida, como si el óleo, con mas aguarrás de lo normal, fuese manejado imitando en parte los modos de trabajo propios de la acuarela. Esto acentúa su transparencia, aunque no hay diluidos ni chorreados de pintura. La sensación de alegría y desenfado en muy intensa. Me gusta ver en estas obras una batalla personal por la inmaterialidad, la superación definitiva de las texturalizaciones que le obsesionaron en la primera etapa << clandestina>> de su carrera. Son << pinturas de conceptos>>. Guerrero, liberado al fin de un asunto de luz y de color, todo ligero, parecía querer pintar las mismas cosas que cantaba el poeta Jorge Guillen.
Juan Antonio Ramirez.
La brecha III,1989 |
OTRAS SALAS DEL CENTRO JOSÉ GUERRERO
Vistas de la ventana que hay en la sala |
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